Virginia Gallardo tiene la cola embarrada
Virginia Gallardo quiere ocultarlo pero las fotos no mienten: pezones a la milanesa, orto embarrado, carita de putita satisfecha — a la correntina la empolvaron en medio del campo, aunque diga que coger al aire libre no es lo que más le gusta. “Hacerlo en lugares públicos no me gusta porque soy muy pudorosa” dice como si no tuviera por profesión mostrar el orto, “ además para hacer el amor necesito estar cómoda, por eso cuando puedo elegir prefiero la cama, especialmente la mía, porque allí están mis perfumes, mis aromas. Es el mejor lugar para que tengas un encuentro conmigo.” Claro que para una perra como la correntina revolcarse entre los yuyos es siempre una posibilidad. “Lo del barro se lo sugerí al fotógrafo como para completar la fantasía que te hagas conmigo” explica Virginia, “pero acordate que en persona tampoco tengo límites.” Pero a pesar de la declamada ausencia de límites y el barro en la cola, la correntina dice que el camino de tierra sigue cerrado al tránsito. “Yo entrego todo menos la cola” dice Gallardo tratando de sonar convencida, “pero igual nunca digo nunca porque no se sabe, quizás el día de mañana entregue la cola.” Laclave para lograrlo es adobar el pavo de a poco, ir haciéndolo a fuego lento para que la tenga adentro sin darse cuenta. “Tenés que tomarte el tiempo preciso para amarme” dice Gallardo como si fuera un telenovela, “quiero que me remontes de a poco, que me beses, me acaricies y me mimes… es tan indo ir enrollándose de a poco!” La correntina quiere ir lento porque dice que su terrible lomo no coincide con su personalidad. “En las fotos se me ve como una salvaje comehombres, pero soy mucho más tranquila que lo que aparento” dice Virginia, “pero me encanta verme desnuda, en mi casa me paseo desnuda con todas las ventanas abiertas y al parecer a los vecinos les gusta el show porque no hubo quejas.” Y a pesar de esta propensión a mostrarse en bolas, Virginia quedó traumada cuando se le escapó la goma en Showmatch. “Sentí que tenía la lola afuera pero pensé que fue sólo un segundo” recuerda la rubia, “pero después cuando vi la repetición me morí de vergüenza porque soy tímida!” Por suerte Gallardo dice que la timidez se le va una vez que tiene la salchicha al alcance de la mano. “Me gusta disfrutar del cuerpo del hombre en la cama” reconoce la correntina, “en la cama es donde más cómoda me siento. Arranco despacio, pero cuando tomo confianza disfruto mucho del sexo y hago lo que me pidas.”
Bajate el Video de Virginia Gallardo Desnuda (versión completa, 6 min.)
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Virginia Gallardo desnuda en Playboy
La foto de Virginia Gallardo desnuda en Playboy con las piernas separadas mostrando esa chipá correntina como para que se la llenes de queso estaba cantada. Pero a pesar de sus grandes orejas el conejo es sordo, y a pesar de su avasallante orto Virginia Gallardo es tímida. “Soy una chica tradicional y mucho más tranquila de lo que muestro en las fotos” explica la correntina, “juego a ser sexy porque es mi trabajo, pero no quise mostrar todo porque sino se pierde el encanto.” Y que se la pierdas entre los cantos tampoco le va, a pesar de como pone ese terrible ojete en las fotos. “Por ahora mantengo mi postura de no entregar la cola” insiste Virginia haciendo honor a su nombre, “porquetengo muchas otras cosas para entretenerme.” Como esos terribles pechos que admite haber tuneado no por placer personal, sino para mejorar el servicio. “Las lolas me las agrandé por un tema de laburo, no para experimentar cosas nuevas en el sexo” reconoce la correntina, “lo bueno es que ahora no necesito usar corpiño porque me quedaron naturales pero bien paraditas.” Y a vos también te quedó bien paradita, firme como un soldado que espera ser condecorado con una escarapela de cuero alrededor del cuello. “Volviendo a la cola, no digo nuncia porque no se sabe” dice la correntina aflojando las cachas, “quizás el día de mañana la entregue cuando esté casada y con alguien de mucha confianza.” Así que seguí apretándole el asterisco con el dedo sin uña hasta dar con la tecla, porque el pavo a la correntina se cocina a fuego lento. “En la cama siempre arranco bastante tímida” dice la rubia mientras ese culo extrovertido la desmiente, “pero una vez que entro en confianza agarrate, porque ahí hago todo lo que me pidas.” Virginia Gallardo sabe que todos los ojos se clavan en sus impresionantes bochas y monumental ojete, pero insiste en que la clave de su atractivo es la personalidad. “Yo gano por la simpatía” dice contra toda lógica, “las correntinas somos entradoras, para ir a la cama compramos con la dulzura.” Y si bien vos no podés comprar un servicio sólo con dulzura, quizás te deje ponerle la crema en algún postre. “Me gusta cocinar, especialmente postres” dice la correntina, “una vez estaba haciendo una torta y de repente pasamos a tener sexo mezclando harina, huevos, dulce de leche y esas cosas… no sabés lo batida que quedó la crema!
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Virginia Gallardo, temible ojete correntino
Como si su culo fuera un kiosco, la choco chica Virginia Gallardo se agacha ofreciendo un riquísimo alfajor de carne que asoma entre las cachas apenas envuelto en una delicada tanga roja. “Me encanta comprar lencería, más allá de que le guste a los hombres tengo una colección enorme” dice la correntina mientras vos pensás que lo que importa es la golosina y no el envoltorio, “igual me parece que los hombres le da lo mismo, porque al final siempre piden que nos saquemos todo.” Pero a pesar de lo que muestran las fotos, sacarse todo es algo que la correntina dice que le cuesta. “En la cama la verdad que soy medio tímida” dice Virginia y uno se pregunta de dónde salió la putez que reflejan las fotos. “Yo soy mucho más tranquila que los que muestro cuando hago fotos, debe haber casos donde las chicas son tan comehombres como aparecen, pero no es el mío” explica la rubia, “para mí el límite es insinuar y jugar a ser sexy pero no mostrar todo, porque me parece que se pierde el encanto.” Como corresponde a una auténtica chocochica, Virginia Gallardo dice que gana con la dulzura. “Las correntinas te compramos con la dulzura”, dice la rubia y vos pensás que quizás “dulzura” quiere decir “concha” en correntino básico, pero no, la dulzura de la chocochica es literal. “En la cama me gusta usar dulce de leche y crema también” dice Virginia, pero aclara que ni con crema le vas a poder hacer el orto. “Sigo con mi postura de no entregar la cola” dice como si quisiera subir el precio,”pero igual nunca digo nunca… quizás el día de mañana con una pareja de mucha confianza sí entregue la cola”. O sea que con Fort no tenés confianza, Virginia? “No, quiero decir que con una pareja de muchos años lo pensaría como para meter algo nuevo en la relación” dice la correntina tratando de salvar las apariencias, “en una de esas la termino entregando a los 50 años con 20 de casada!”. Perfecto correntina, dicen que nunca es tarde cuando la dicha es buena!
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